No es de extrañar, por tanto, que este mercado, en origen se situara en la Rambla de Barcelona, una explanada colosal, al calor de sus cerros, y con el viejo puerto al fondo como lugar de intercambio y con el “Barrio Gótico” al lado repleto de consumidores de aquellos productos, de huerta o granja, que traían los payeses del Raval o el Bajo Llobregat.
Con todo, el actual Mercado de la Boquería se sitúa en lo que fue el solar del convento de San José, destruido en 1835 según la información manejada por nosotros. En este solar debía construirse una plaza rodeada de un porche columnado y que tendría el nombre de “Plaza del Trabajo”. Cuando la urbanización estaba casi lista del todo, y mientras se esperaba el momento para empezar las obras del nuevo mercado en el "hort dels Orfes", alguien creyó necesario instalar interinamente el mercado en el solar del antiguo convento de San José para poder sacarlo de en medio de la Rambla. Por eso las casas que rodean y enmarcan el mercado de la Boqueria forman pórticos, que responden no al mercado actual sino a la proyectada plaza del Trabajo.
Desde 1836 hasta la actualidad (en 1840 se inaugura el mercado cerrado), la Boquería ha ido remodelándose en numerosas ocasiones, destacando su portada y vidrieras modernistas, y a los puestos originales de pescadería, carnicería y horticultura, se han sumado otros muy variados, siendo quizás el más emblemático el de la floristería, que si bien está asentada en la Rambla, crece con motivo del regalo de una flor por parte del comerciante al consumidor del producto.
Sin duda, la Boquería es el mercado más emblemático de Barcelona, el más grande de España según sus defensores, donde hoy confluyen vendedores y turistas que nos quedamos atónitos ante la frescura de sus productos (especialmente su pescadería), su imagen coloristas, el trato personalizado y familiar de los que despachan los productos, y como no, por el bullicio de sus gentes, los “aforismos populares” de sus tenderos y esa sensación de ser alimentado con lo que la tierra ofrece sin más colorantes ni conservantes.
La oferta comercial es muy variada; pescado fresco y marisco; pesca salada y conservas; carnicería y despojos; aves, caza, y huevos; fruta y verdura; herboristería y dietética; legumbres y cereales; víveres, horno de pan y restaurante, congelados, especialidades, embutidos, paradas de payeses, … y algunos vinos de la tierra.
Un lugar, sin duda, para visitar y degustar los productos más frescos y típicos de las tierras catalanas. El mercado abre sus puertas prácticamente todos los días de 8,00 a 20,30 de la noche.
Datos de interés:
- Plano del Mercado.