miércoles, 24 de octubre de 2007

El agua en Marruecos


Pozo artesano en el Hotel Chams (Tetuán)

¡El agua!, fuente de la vida según los anuncios publicitarios de las botellonas sin alcohol. Desde todos los rincones de los medios de comunicación, instrumentos gubernamentales, ONGs, asociaciones varias, críticos y demás cientifistas del tres al cuarto, nos dicen que el agua es un bien escaso, limitado, finito, ... Más de la mitad de la población mundial no tiene acceso a ella, o la consume contaminada.


Fuente propagandística "sin agua" junto al Palacio Real de Hasan II

En Marruecos, o mejor dicho, donde nosotros hemos estado, el agua es un bien muy limitado. El agua corriente, potable, ... que con un simple giro de llave salga a borbotones, no es un lujo del que puedan disfrutar los habitantes de nuestro país vecino.


Alquería provista de pozos

Si bien antes hablábamos de la abundancia de ríos y arroyos, del enorme perímetro costero y de el mar del que dispone el "gobierno divino", las escasez de infraestructuras de saneamiento, de conducciones de agua, depósitos de almacenamiento, ... brillan por su ausencia. En este país predominan los pozos, manantiales y fuentes -sobre todo en las zonas rurales-. Allí se acercan con el burro, la bicicleta, el motocarro, o simplemente a pie, como en la España de hace un puñado de años, para recoger en los más variopintos recipientes el tan valioso líquido de la "vida".


Ovejas y burros se aprovisionan a las orillas de un río

¿Cómo es posible entonces, que mientras los campos se riegan con tecnología occidental, cultivos bajo plástico muchos, que recuerdan al poniente almeriense y a Granada, en las aldeas carezcan del agua?. ¿Dónde va a parar ese agua de los fértiles ríos marroquíes que bajan desde el Rif?.


Una mujer en un burro transporta agua "embotellada" ( cerca de Moulay Idriss)

Ganado y humanos beben en las zonas rurales el mismo agua. En las ciudades es un bien escaso. Los hoteles, casonas ricachonas y poco más, tienen acceso a este lujo. Nosotros, por si las moscas, bebemos agua embotellada, cristalina, transparente, ..., un verdadero lujo para una garganta sedienta y que no se fía de la "vil" agua del grifo.


Fuente del perioro colonial español (1917) sin una gota de agua (Tetuán)

Agua no habrá, pero la marca americana siempre está presente (camino de Larache)

Más fotos en: Ipolca


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